-¿Qué?- Jungkook miró con incredulidad el folleto.

"hope mental hospital."

Alzó su mirada, fijándola en los ojos marrones del psiquiatra.

-Piénselo, tienen excelentes programas para gente que padece de esquizofrenia, es más, usted no tendría que paga nada, ya que Yoo- Y como ya era una costumbre, el rubio lo interrumpió.

Lo interrumpió con una amarga risa, sarcástica tal vez, negó con su cabeza a a vez que entrecerraba sus ojos.

-¿Sabe algo, doc? A ella no le importa en lo más mínimo nada de lo que le suceda a su hijo.- Humedeció sus labios. -Pero a diferencia de ella, a mí sí me importa, y no dejaré que lo encierren en un loquero.-

-Hospital psiquiátrico.- Le corrigió.

-Sí, como usted diga.- Rodó los ojos, y con eso, rompió a la mitad el folleto que le había sido entregado previamente, dejando que ambas mitades cayeran al suelo antes de salir del lugar.

Al salir del consultorio, vio a su chico sentado en una de las sillas del área de espera, con su cabeza gacha. Se acercó a él y lo tomó completamente desprevenido cuando dejó un rápido beso en su mejilla, sorprendiéndolo.

Le sonrió como nunca antes cuando el oji-verde lo miró, tratando de alejar de su mente la situación que había tenido con el doctor hacía unos pocos minutos atrás.

-¿Por qué tardaste tanto, Kookie?- Taehyung se acomodó la falda mientras se ponía de pie, con una pequeña, muy pequeña sonrisa en sus labios.

-No fue nada, vayámonos de aquí. Compraremos lo que tú quieras para la cena y veremos películas de disney.- Pasó uno de sus brazos por la cintura de su Taetae, observando con adoración como esos preciosos ojos verdes se iluminaban debido a su propuesta. -¿Te gusta la idea?-

El mayor sonrió con entusiasmo y se colocó de puntitas para besar los labios de Jungkook brevemente.

-Hagamos una carrera.- Susurró el de cabello azul.

-No podemos correr por el hospital, bebé.- El más alto respondió, pero ya era tarde, puesto que Tae ya estaba corriendo lejos.

-¡Te estás quedando atrás!-